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EL POETA DE SALADAS

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FranciscoMadariaga

La historia de un famoso poeta muy ligado a Saladas
Corrientes - Saladas: ¿Quién fue?  Entra a la nota y entérate de parte de su vida y obra.
Se trata del poeta Francisco Madariaga, cuyos padres alternaban su residencia, entre el Paraje Estancia Caimán con su casa en la ciudad de Saladas y memoriosos saladeños cuentan haberlo conocido  a “Coco” Madariaga en sus visitas a Saladas.
Cuando sólo tenía 14 días de vida, en 1927, Francisco Madariaga fue llevado por su familia al Paraje Estancia Caimán en la localidad de Concepción de Yaguareté Corá, donde se instalaron. Allí vivió entre esteros, lagunas, palmeras y gauchos hasta los 15 años, cuando viajó a Buenos Aires para estudiar.
Pero desde ese momento siempre regresó  a Caimán y Saladas donde pasaba largas temporadas. De hecho, ese territorio, los paisajes y las experiencias vividas, alojadas en su memoria, quedaron reflejadas en su obra poética.
Para los que no conocen quién fue y qué escribió este genial poeta, correntino de alma, quien falleciera en el año 2000, ahora pueden conocer su obra y hasta escuchar su voz en algunos relatos, a través de Se trata de dos tomos del libro titulado “contradeguellos”.  Incluye además textos dispersos inéditos, fotografías y un CD con relatos.
El libro, dividido en dos tomos, “Contradegüellos”, de la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (EDUNER), que reúne toda la obra completa de Madariaga.
El proyecto y la dirección de la obra estuvo a cargo de la reconocida ensayista y poeta Roxana Páez, quien desde hace años ha consagrado una admirable tarea al estudio del poeta. Además de la introducción, notas y ensayos de Páez, componen la edición las lecturas de Diana Bellessi, Arturo Carrera, Eduardo Espina, Reynaldo Jiménez, Silvia Guerra, Silvio Mattoni y Liliana Ponce.
El Tomo 1 incluye “El Tren Casi Fluvial”, que fue el primer compendio de sus poemas realizado en 1988 por el prestigioso sello editorial Fondo de Cultura Económica; en tanto, el Tomo 2 reúne los libros posteriores, agrupados bajo el nombre “Criollo del Universo”.
La edición suma además textos dispersos e inéditos, fotografías, facsímiles y el CD “Sin limosna de imágenes”, un disco que da cuenta de las lecturas públicas de Madariaga a través del tiempo.
 
Diana Bellesi sostiene que Francisco Madariaga “es un poeta tremendo, lo sé personalmente y lo sé cuando leo sus poemas a las jóvenes generaciones, no pueden desprenderse de él, de su pasión sudamericana, su naturaleza correntina y el largo sapukay de su música sin fin”.
El escritor Arturo Carrera, escribe en el prólogo: “Sus poemas siempre me maravillaron y asustaron: siempre fueron un pasto estético para mis pesadillas”.
El día que salió su obra reunida, después de la presentación volví a casa y leí casi todo el libro. Tuve una pesadilla que no viene al caso contar aquí, pero hay que decir que Madariaga no miente cuando escribe este aforismo: “No puedo con el vicio feroz de la poesía, de la naturaleza”. Y luego define la poesía de Madariaga: “Todo está allí, en esa velocidad demorada por las imágenes o puntuada microscópica mente por ellas en el tren, que no es otra cosa que el motor de todo viaje, y el río, esa superficie invisible que puede hablar si introducimos una mano”.
Todo es una emocionada relación de viajes y paisajes. Y esta constante une la poesía de Madariaga a la fábula.
El poeta Luis Benítez, quien fue amigo de Madariaga, lo recuerda cómo “un poeta extraordinario, en el sentido de la palabra, pero que además poseía una calidad humana no común”.
No sólo podías hablar con él de mujeres, alcohol, alegría, poesía en acto, extravagancia, echarle una burlona mirada al mundo, sino también acerca de los clásicos grecolatinos: Ronsard, política, religión, antropología, ciencias naturales, compasión, economía, vida cotidiana, impuestos, esperanzas, desilusiones y política literaria.
Pero lo más señalable era que al levantarse de la mesa del bar seguía siendo el mismo y actuaba en consecuencia, en un tiempo no tan lejano de éste, donde ya veías a la mayoría de la “gente de letras” contradiciendo alegremente lo que acababan de decir. Esa coherencia yo la admiraba mucho en Madariaga. Antes de conocerlo, era desde luego para mí una figura imponente, un clásico argentino, pero al conocerlo íntimamente, no se corrió un ápice de lo que pensaba de él antes”, cuenta Benítez.
Francisco, era hijo de Francisco Aurelio Madariaga, graduado en Medicina Veterinaria en la Universidad de La Plata, nacido en el pueblo correntino de Concepción del Yaguareté Corá y de Margarita Pallette, maestra, porteña del barrio de Floresta.
En 1947 conoció al narrador saladeño Gerardo Pisarello, a quien visita por primera vez en su casa situada en calle Independecia esquina Moreno de la ciudad de  Saladas, que marcará el inicio de una profunda amistad.
En Buenos Aires en 1951, se vinculó con los surrealistas poetas, pintores, escultores, cineastas y músicos que se nuclearon para publicar la revista Letra y Línea, cuyo primer número apareció en 1954 bajo la dirección de Aldo Pellegrini.
Esta experiencia constituye una apertura hacia una búsqueda personal de intenso lirismo, que implicó un regreso al mítico cosmos de su infancia, "centro de su universalidad".
La familia a del Médico Veterinario,  Francisco Aurelio Madariaga, alternaba su residencia, entre el Paraje Estancia Caimán con su casa en la ciudad de Saladas, la vivienda era  una casona estilo colonial situada entonces en calle Florida al 1000, de la ciudad de Saladas. (Entre Sarmiento y Mitre, hoy día demolida).
Era común verlo al entonces joven poeta   Francisco “Coco”  Madariaga, caminado por las calles saladeñas y la plaza Cabral, a una cuadra de la casona de calle Florida, cuentan saladeños que lo conocieron al famoso poeta, pocos sabían que su nombre era Francisco, solo lo conocian por "Coco"
Nota: La fotografía, que utilizamos para ilustrar esta nota, corresponde a la “Casa de los Madariaga”,  como lo señalaban los saladeños, la misma estaba ubicada en calle Florida al 1000, edificación hoy ya demolida, se ven al fondo la misma los frondosos árboles de nogales pecan, que fueron los primeros introducidos en Saladas, cuyos frutos (Nuez Pecán) fueron la delicia varias generaciones de saladeños, como asimismo  los frutos de estas plantas de la “Casa de los Madariaga” fueron las que dieron vida a la mayoría de los nuevos  retoños de nogales Pecán, que existen en Saladas. Mas la tapa de contradegüellos.
Aclaración: Existen biografías disidentes, pero optamos por una.
 
Fte e Img: Mi Saladas
http://www.misaladas.com.ar/noticia/2000/La-historia-de-un-famoso-poeta-muy-ligado-a-Saladas.htm
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